Estimados iluminados lectores, tengo que pedirles disculpas por no haber cumplido con lo prometido en mi elucubración anterior, escribirles luego de que se conocieran los resultados de la elección estadounidense.
Cuatro situaciones me impidieron hacerlo, pues elucubrar sobre la realidad comunitaria nacional y mundial ya no me es nada fácil: el encierro, el miedo al Covid 19 y los males previos y consecuentes perjudican mi funcionamiento.
Pero antes de comenzar a elucubrar quiero felicitar a mis amigos de la B’nai B’rith, en especial a Susana Chalom, su vicepresidente Internacional, y también a Martha de Antueno, presidente de Confraternidad Argentina Judeo Cristiana, por la conmemoración del Pogrom Alemán de Noviembre de 1938 (Kristallnacht La Noche de los Cristales Rotos).
Pasando a la primera de esas cuatro situaciones que les mencioné, les cuento que durante la mañana del 3 de noviembre yo daba por sentado que don Joe Biden sería el próximo presidente de los Estados Unidos, no sólo por haber leído casi todo lo publicado en los principales medios de prensa no judíos y judíos, traductor del Google mediante, que  lo decían tanto en base a su postura ideológica como también por el resultado de las encuestas.
La Roiter había llegado a una evaluación similar y mientras desayunábamos me dijo que era una lástima que perdiera Trump. La gran diferencia es que mientras yo lo aceptaba ella no, por lo tanto, una vez conocido el resultado, y pese a lo que decían don Trump y algunos de sus seguidores, ella se deprimió de tal manera que dejó de hacer las cosas de la casa y me tuve que ocupar de las compras, de atender a la señora que nos ayuda, etc., etc. además de atender los innumerables llamados telefónicos de nuestros hijos, nueras, nietos y mis cuñados, sus hermanos y respectivas esposas, que a la distancia me daban instrucciones y consejos de lo que debía hacer.
Con tanto trajín, no podía detenerme a pensar que escribirles, pero ahora, que ya pasaron bastantes días, me pregunto cómo hará don Joe para relacionarse con Don Biby, por más que éste lo haya felicitado muy amigablemente, especialmente luego que se han difundido las opiniones de Obama sobre el primer ministro de Israel, pese a que su libro de memorias todavía no se puso a la venta, donde califica a Don Biby como un “comunicador inteligente, astuto, duro … talentoso” y  afirma que “participó en un impulso ‘orquestado’ contra su administración” (https://www.algemeiner.com/2020/11/13/in-new-memoir-obama-accuses-netanyahu-of-engaging-in-orchestrated-push-against-his-administration/). El vice de Obama era don Joe, por lo tanto lo “orquestado” también lo involucraba.
Por suerte, uno días después hubo una noticia que le cambio el ánimo a la Roiter, que junto con los zoom de nuestra psicóloga, lograron desde hace un par de días que haya vuelto a ser la ama de casa de antes.
Nos enteramos que don Danny Danon había decidido volver a presidir el Likud Olami . A la Roiter, una ex betarí que sigue teniendo como uno de sus dijes preferidos el antiguo semel (escudo) de Betar, el de las dos márgenes del Jordán, esa noticia le encantó, mientras que a este jubilado de Abasto le pareció coherente con el hecho de que su sucesor en ese cargo,  sea el nuevo chairman de la Organización Sionista Mundial, y que de esa forma, tratara de volver a integrarse a la pléyade de miembros del Likud que aspiran volver a formar parte de la Knesset cuando la actual se disuelva, lo más probable, o culmine su mandato. Pero como también me enteré que pese a su abrumador triunfo en el Likud Olamí, el presidente de la coalición gubernamental en la Knesset, Miky Zohar objetaba judicialmente ese triunfo, decidí postergar esta comunicación a fin de ver qué pasaba, pero como en los días transcurridos no me llegó ninguna otra novedad, decidí escribirles, pero hace dos Shabatot una triste noticia hizo que lo postergara nuevamente.
Mientras leía los comentarios de la Parashá de mis medios de prensa favoritos, me enteré que ese Shabat Kodesh 20 de Marjeshban de 5781, a la mañana, hora de Londres, había fallecido el Rabino Lord Jonathan Henry Sacks (HaRav Ya’akov Zvi ben David Arieh z”l), quien además de haber sido Gran Rabino del Reino Unido de Gran Bretaña durante 22 años (1 de septiembre de 1991 al 1 de septiembre de 2013) fue un prolífico autor tanto de libros como artículos periodísticos, brillante conferencista y profesor invitado de varias universidades.
Desde hace varios años leo sus comentarios de la Parashá semanal, y también varios de sus textos destinados a explicar los valores judaicos a los jóvenes, y no tanto; y el domingo siguiente, hace una semana, no me pude inspirar para contactarme con ustedes iluminados lectores, así que decidí esperar a ver qué ocurriría en la Asamblea de la Organización Sionista Argentina – OSA, convocada para el 12 de noviembre a las 19 hs.
Cuando pude ingresar a la Asamblea, por zoom lógicamente, observe que los asistentes superábamos los 60 sionistas y que además había algunos miembros de la prensa comunitaria presente.
Sabía, porque mis contactos sionistas me lo habían anticipado, que no se había llegado a ningún acuerdo y que de los cinco candidatos a presidir la institución que se habían postulado hace varias semanas, sólo dos continuaban siéndolo, encabezando sendas listas que se habían presentado. Es decir que no se logró la unidad y por lo tanto de acuerdo a una resolución vigente de la Inspección General de Justicia, tendría que prolongarse el mandato de la que venía rigiendo los destinos de la institución, continuando al frente su actual presidente, el javer Sergio Pikholtz.
Les cuento que la Asamblea fue muy corta, no sé si llegó a durar media hora, pero lo más interesante es que ninguno de los dos candidatos a presidente pidieron la palabra, y le dejaron a don Sergio no sólo la conducción de la Asamblea sino que diera lectura a los principales candidatos de cada lista. Evidentemente tanto Mario Sobol y Gabriel Gorenstein encabezaban listas de miembros de la OSA de los factores que los apoyaban.
De acuerdo a mi contacto sionista me enteré que había algunos casos en que miembros de un factor que apoyaba a un candidato integraban la lista encabezada por el otro candidato.
Para mi “garganta profunda” eso era una aberración, para mí es el resultado de todo un proceso de años en el que los factores ideológicos fueron perdiendo peso y fueron reemplazados por liderazgos personales. Pero tengo que reconocerles, iluminados contertulios, que al reflexionar sobre la integración de lo que podríamos llamar los candidatos al ejecutivo de la OSA me hicieron acordar a los desafíos futboleros de mi niñez, donde el equipo de la cuadra A desafiaba al equipo de la cuadra B, en el que ambos equipos incluían entre los once jugadores a muchachos de otras cuadras, y que entre los capitanes, tirando la moneda, sorteaban para cual equipo iba a jugar el dueño de la pelota de cuero, al que normalmente nadie quería pero todos éramos conscientes que debíamos integrar.
Como las negociaciones seguramente continuarán, porque tanto Don Sergio como otros dirigentes de los factores  desean y pretenden que la OSA cambie de conducción, pese a la pandemia, a los actuales directivos solo les quedan dos alternativas, aceptar la continuidad de su mandato o renunciar. Don Sergio aceptó continuar pero se comprometió a que, si en algún momento se logra conformar una lista de unidad, aceptada por todos los factores, convoca a una nueva Asamblea para que puedan los miembros de esa lista convertirse en los miembros de la Comisión Directiva de la OSA.
No niego que la posibilidad de que se conforme una lista de unidad existe, pero me parece que para algunos lo que en este caso está faltando es que haya un “dueño de la pelota”, a mí eso no me gusta para nada.

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