El pasado 19 de febrero, unas 80 tumbas de un cementerio judío de Quatzenheim (Francia) fueron profanadas”. Las tumbas fueron pintadas con svásticas azules (Foto) y amarillas y también encontró escrito sobre una sepultura “Esassisches Schwarzen Wolfe” (“Los lobos negros alsacianos”), una posible referencia a un grupo autonomista alsaciano activo en los años 70.

Unos días antes una svástica fue pintada sobre un retrato en París de la fallecida exministra Simone Veil, sobreviviente de un campo de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y dos árboles que habían sido plantados en la memoria de un joven judío asesinado en 2006 fueron hallados destrozados.

Por otro lado, el filósofo y escritor francés Alain Finkielkraut sufrió un ataque verbal antisemita por manifestantes de Chalecos Amarillos en el centro de París.
El incidente fue captado por una cámara, y los manifestantes gritaban “judío sucio”, “eres un enemigo, vas a morir, te vas al infierno”, “el sucio sionista”, “Francia es nuestra”. y “regresa a Tel Aviv”. La policía intervino para proteger a Finkielkraut, cuyos escritos filosóficos discuten sobre todo la violencia basada en la identidad, incluido el antisemitismo.

Según cifras publicadas la semana pasada por el Ministerio del Interior, el número de actos antisemitas se dispararon un 74% en Francia en 2018. En total, el año pasado se registraron 541 actos antisemitas en Francia, frente a 311 en 2017.

Profanaron y vandalizaron tumbas en el Cementerio Israelita de San Luis, y el Gran Rabino Gabriel Davidovich (Foto) fue asaltado en su vivienda por un grupo de desconocidos que le gritaron “Sabemos que sos el Rabino de la AMIA”, luego de lo cual fue salvajemente golpeado.

Noticias como estas, recibimos a diario que se suceden en distintas partes del mundo, en lo que podemos decir que es peligroso el crecimiento del antisemitismo en el planeta.

El antisemitismo volvió y se agrava, afirmó Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, y lamentablemente los hechos le dan la razón ya que durante 2018 se ha registrado el número más alto de incidentes antisemitas desde 1990.
Los relatos más comunes que han vigorizado al antisemitismo son entre otros: que los judíos son usureros, controlan el mundo desde la economía, el comercio y las comunicaciones, no quieren a la nación donde viven porque son leales a Israel.
La negación de la Shoá, es mirada como lo más dañino, seguido por el antisemitismo en las redes sociales, donde las amenazas y las expresiones hostiles son cada vez mas importantes como así también las expresiones antijudías en espacios públicos.
El crecimiento de movimientos nacionalistas conservadores en Europa provoca el aumento del gradual aumento de sentimientos xenófobos por lo que la idea que los extranjeros son una amenaza nos retrotrae a la Alemania nazi en la que los judíos eran considerados extranjeros.
Estos movimientos nacionalistas que toman un sesgo antijudío vienen de la mano del antisionismo, la nueva forma de antisemitismo. La línea entre ellos, es cada vez más delgada, los sentimientos antiisraelíes alimentan al antisemitismo en una unión que se vuelve cada vez más peligrosa y amenzante.
En nuestro país si bien el antisemitismo también ha aumentado, uno puede “todavía” mostrar púbicamente que es judío; se puede caminar aún por las calles llevando algún símbolo que alude al judaísmo; se puede tener una mezuzá en la jamba de la puerta de calle. En Europa la situación es bastante diferente, ya que en algunos países es peligroso mostrarse como judío.
A pesar de los horrorosos crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, es increíble la ignorancia de lo ocurrido; al punto tal que por ejemplo un 40% de los jóvenes alemanes ha manifestado no saber casi nada sobre el horror acontecido.
Todo esto nos obliga y exhorta a repensar y preguntarnos el por qué del fracaso en generar conciencia sobre lo ocurrido y que es lo que provoca la propagación de estos crecientes sentimientos antijudíos.
Deberemos redoblar los esfuerzos y asumir las responsabilidades para generar todo aquello desde la información, para crear la conciencia para que la humanidad no vuelva a repetir los errores que llevaron a sufrir actos tan aberrantes como los ocurridos entre los años de la Shoá.
R.E.N.

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