Imagen tomada de la web Concepto Definición.de

“Sólo cantamos afinado cuando nos posamos sobre nuestro árbol genealógico”
Max Jacob

En estos días de reflexión, de introspección, de silencios y de pausas, podemos pensar y entender qué es, qué significa, y qué representa nuestro árbol genealógico. Al armarlo, diagramarlo, dibujarlo, y representarlo gráficamente, recordando nombres y apellidos, fechas de nacimiento y de muerte, descubrimos lugares, situaciones y detalles de nuestros antepasados. De esta manera comenzamos a recorrer un camino: un camino largo, a veces complejo, quizá también confuso, en el cual nos encontramos con raíces, un tronco, muchas ramas, varias hojas y tal vez algunas flores.
Siempre digo que al buscar información para armar nuestro árbol genealógico tenemos que ser respetuosos de lo que preguntamos, ponernos en el lugar del otro y comprender que los tiempos han cambiado. ¡Lo que antes no se contaba porque era un secreto, hoy quizá se puede contar, lo que antes no se preguntaba hoy podríamos preguntarlo, pero ojo! nunca perdamos esa empatía y ese respeto hacia el otro. Cuando entrevistamos porque necesitamos información que no tenemos, estamos también, a mi modo de ver, homenajeando, recordando, haciendo memoria, y eso de por sí es también un acto de valentía, porque quizá nos encontramos con historias poco conocidas, verdades ocultas o secretos guardados que no creíamos tener.
Nuestros antepasados seguramente tienen mucho para contarnos, y al escucharlos, intentemos no juzgarlos, entendiendo su propio recorrido en el cual posiblemente tuvieron que adaptarse a las circunstancias que les imponía la vida. Ellos forman parte de nuestro árbol genealógico, y al preguntar, entrevistar y escuchar, recordamos juntos y nos conectamos con esos antepasados, con nuestra familia de origen.
Es también entender ideas, situaciones, costumbres, y hábitos diferentes a los que tenemos ahora. Es darnos la oportunidad de conocer la historia de nuestra familia y recorrer un camino interesantísimo de anécdotas, recuerdos, momentos, y situaciones varias que nuestros ancestros vivieron y hoy la comparten con nosotros
La escritora Silvia Molloy, decía:” La historia de mi vida no existe si no la cuento”, y este es justamente el momento indicado para comenzar, aprovechando la pausa, la reflexión de los Iamim Noraim y la introspección de las fiestas, para mirar hacia adentro, para viajar al pasado familiar y reencontrarnos con aquellos que forman parte de nuestro árbol.
A medida que uno empieza a ahondar en su árbol genealógico y en su historia, aparecen recuerdos y memorias para que las escribamos, para que las compartamos con las próximas generaciones, pero sobretodo para que permanezcan plasmadas en papel y no se olviden nunca.
Cuando uno pregunta y registra, cuando uno duda y recuerda, cuando uno cuenta y trata de entender su propia historia, surge un nuevo significado, que nos reconforta y alivia. Es poder comprender mejor el presente, ya que podemos entender mejor el pasado, y gracias a eso, enfrentarnos mejor al futuro.
Como dice el refrán Hindú: “No hay árbol que el viento no haya sacudido”. Indudablemente la pandemia movió nuestro árbol de un gran sacudón. Nos replanteó nuestros paradigmas y nos desafió a adaptarnos en el día a día, a readaptarnos a lo que vendrá, a descubrir nuevas oportunidades, a reconocernos con todas las posibilidades y las limitaciones que se presentaron.
Seguramente nuestros familiares del árbol genealógico atravesaron otros vientos, otros sacudones, otras tormentas. Pero la mayoría de ellos ha continuado y ha podido transmitirnos toda una historia.


La pregunta que nos surge entonces en estos tiempos es ¿Quién soy yo en este árbol, quién soy yo en relación a las ramas que componen este tronco?¿Qué papel juego en esta historia? ¿Qué rol ocupo en mi familia? ¿Qué tipo de árbol me representa? ¿Qué característica tiene mi familia y cómo me adapto cotidianamente a ella?
Construyamos nuestro árbol buscando las raíces, descubramos las huellas del camino transitado, miremos las hojas que se han caído, y sepamos que cada árbol es único e irrepetible, late en el presente y nos convoca permanentemente.

Por Lic. Patricia D.Kossoy coautora junto a Elizabeth S. Budman de “ADN Acerca de nosotros”, libro para realizar el armado del árbol genealógico y escribir la propia historia

Las opiniones expresadas en esta nota son de exclusividad del autor.

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