Si bien, algunos, siempre se quejan y quisieran vacaciones eternas, dormir más tiempo, disponer de más tiempo para estar en casa y hacer lo que quieren: jugar, mirar series, tv; jugar con la play, etc. Pareciera ser que, lamentablemente por las circunstancias, su deseo se cumplió (tal vez no completo debido a la cuarentena) y ahora se quejan y extrañan la escuela. Y si les preguntáramos, quisieran volver a las aulas. Eso significa, tal vez, que no todo es malo o inadecuado, que la escuela tiene cosas para extrañar, cosas que a nuestros alumnos les gustan.

Cuando queremos indagar, generalmente ponemos el foco en aquello que queremos cambiar, en lo que no está bien, en lo que no funciona. Podríamos empezar, esta vez, por preguntarle a nuestros alumnos qué extrañan de la escuela, no sólo del encuentro con los otros, también de la forma de aprender, qué cosas fueron valoradas en este tiempo de lejanía… y tal vez nos encontremos con algunas sorpresas, que como todas son inesperadas y nos permitan construir desde ahí; desde los positivo.

La pregunta a realizarnos en este caso sería: ¿por qué nuestros alumnos aman nuestra escuela? ¿qué hace que nuestra escuela sea querida? ¿Qué quieran volver?

Y también, con el objetivo de tener un panorama completo, a sabiendas que la cuarentena colaboró con aquellos que tenían alguna dificultad en la escuela; preguntarles en qué los ayudó el quedarse en casa y qué fue aquello que no extrañaron.

Las escuelas se construyen entre todos y ésta es una muy buena oportunidad para escuchar a nuestros estudiantes, y a nuestros docentes, y a los directivos, y a los padres… Todos estuvimos mudados de lugar, todos y cada uno tuvimos que movernos de nuestro lugar de confort y adaptarnos.

Y cuando volvamos tenemos la oportunidad del cambio. Los que vuelvan no serán los mismos. Las expectativas no serán iguales. La voluntad para crear un espacio compartido será única.

La escuela tiene una oportunidad.

Los seres humanos que la integran tienen la oportunidad de crear un espacio distinto, dejando aquello bueno, que seguramente es mucho, y mejorando aquello factible de ser mejorado.

En este momento no me refiero a la calidad educativa, de la enseñanza, quisiera referirme al clima del aula y de la escuela.

¿Cómo se recibirán los que lleguen después de tanto tiempo de no juntarse en un mismo espacio físicamente? ¿Cómo aprovechar para crear un clima y una atmósfera que permita que todos los que conviven en la Institución se sientan bienvenidos? ¿cómo mejorar para sostenerlo en el tiempo?

Porque el día acordado, a la hora acordada, el encuentro se realizará. Y será como un recomenzar. Todos y cada uno sentirán algo en su cuerpo, emociones que lo recorrerán…

Ahora … ¿De qué hablamos cuando hablamos de clima?

Tomando la definición de Conejo y Redondo, el clima social escolar se refiere a la percepción que tienen los sujetos acerca de las relaciones interpersonales que se establecen en el contexto escolar a nivel del aula o de la institución.

Si hablamos de buen clima y de ambientes amigables, hablamos de mejor rendimiento escolar, de logros académicos, de relaciones interpersonales sanas, de alumnos motivados y de mayor estabilidad emocional

La atmósfera consta de dos elementos relevantes:

1. La Seguridad: sustituir la experiencia de amenaza por una experiencia de seguridad.

2. El calor: refiere a la actitud afectiva de relación

Antes de regresar a la escuela te propongo reflexionar sobre algunos puntos que tienen que ver con estos temas:

¿Cómo es el clima en tu escuela?

¿Cómo es el clima en tu aula?

¿Qué siente tu cuerpo cuando se dispone a ir hacia la escuela o hacia el aula?

¿Cómo te gustaría que fuera el clima en el cual pasás gran parte de tu tiempo y qué es lo que vos podés hacer para que eso suceda? (bajar la amenza/elevar la experiencia de seguridad; generar actitudes afectivas de relación=mejorar los vínculos)

Abrir espacios de diálogos es una alternativa válida y viable para comenzar el día. Saber cómo están todos los que comparten tantas horas juntos hace más fácil la convivencia. Trabajar con el aquí y el ahora nos da una perspectiva del clima que van generando todos los que comparten un mismo espacio.

Ronda para comenzar el día

Es importante tener en cuenta algunas reglas:

· Cada uno habla en primera persona. Es decir, habla de “yo”, “a mí”, etc.

· No se pueden dar opiniones ni juzgar lo que le pasó a otro compañero

· No se puede interrumpir cuando algún compañero habla

  • Se puede realizar una ronda pidiendo que con una palabra nos digan cómo están hoy. Aclarando que no vale ni bien, ni mal
  • Se pueden presentar algunas fotos y pedir que cada uno se presente encontrando una foto que lo identifique “hoy” y que explique por qué
  • Puede ser una ronda de festejos, después de un fin de semana largo o luego de vacaciones. Algo lindo para compartir.
  • Una ronda de preocupaciones
  • Una ronda para mejorar algo del clima áulico y ver que propuestas surgen y cuáles son los compromisos que adquieren

Deseando que puedan enriquecerse, al utilizar el descubrimiento de Carl Rogers: “He descubierto que abrir canales por medio de los cuales los demás puedan comunicar sus sentimientos, su mundo perceptual privado, me enriquece”, me despido hasta la próxima.

Lic. Y Counselor Graciela Polonsky

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