Hadrajá en tiempos de pandemia. Los madrijim, el eslabón de la cadena que mantiene unidos a los niños y jóvenes, a través de la educación no formal.

Hadrajá es educación, es transmisión, es encuentro, es acción, es conexión.

Y cuando el Home office se hizo imprescindible, y los jóvenes acataron la cuarentena, las computadoras y los celulares se encendieron.

¿Quiénes como ellos conocen las herramientas para estar comunicados?

Son las 8 de la noche, son las 11 y los madrijim, coordinadores y directores de juventud; desde distintos puntos están conectados planificando. Sí, viendo cómo dan peulá a través del encuentro virtual.

Compromiso y acción, la realidad no puede con ellos. Ellos forjan su propia realidad.

Pronto, nuestros jóvenes estarán conectados, comunicados con nuestros hijos para seguir con el compromiso de transmisión que asumieron. De generación en generación. Ellos hacen diferencia.

Un largo aplauso para nuestros madrijim que siguen educando en tiempos de cuarentena. Orgullo de pertenecer.

Lic. Graciela Polonsky

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