
Por Luciana Liberman
El jueves 28 de abril se llevó adelante el acto conmemorativo por Iom Hashoá Veahgvurá (Día del Holocausto y del heroísmo) por el 79° aniversario del Levantamiento del Gueto de Varsovia organizado por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y el Museo del Holocausto de Buenos Aires.
En la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner estuvieron presentes sobrevivientes del Holocausto, referentes políticos, intendentes, embajadores, dirigentes comunitarios de las principales instituciones e invitados especiales. En un momento se especuló la presencia del presidente de la Nación, Dr. Alberto Fernández, que finalmente confirmó que no asistiría minutos antes de iniciar el acto. El único referente del gobierno nacional fue el secretario de Culto, Guillermo Olivieri.
Marcelo Mindlin, presidente del Museo del Holocausto de Buenos Aires, agradeció al presidente de la DAIA, Dr. Jorge Knoblovits y a su comisión directiva, por hacerlos parte del evento y afirmó: “La memoria de la Shoá es una autentica política de Estado” y lo argumento trazando una línea histórica: “El Nunca Más, la herencia de los Juicios de Nüremberg, asumida por todos los argentinos. A mediados de la década del 90´, nos fue donado por el Estado Argentino, el edificio que hoy alberga el Museo del Holocausto de Buenos Aires. Unos años después la Argentina se sumó a la Task Force, hoy conocida como IHRA, de la cuál sigue el siendo el único miembro Latinoamericano. En 2008 se firmó con el Consejo Educativo de la Nación para que la temática de la Shoá sea parte de las currículas educativas en la presidencia de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner. En 2009, Mauricio Macri, fue el primer presidente en hablar en el Dia Internacional de la Memoria del Holocausto (27 de enero) y, al año siguiente, el actual presidente Alberto Fernández, viajó a Israel para participar, junto con líderes de todo el mundo, en un histórico acto por la Shoá”.
Por su parte, el presidente de la DAIA brindó un discurso dirigido a la dirigencia política y a los comunicadores: “La banalización de la Shoá no solo desprecia el pensamiento y el análisis, sino que llevado al extremo puede crear condiciones para hechos violentos y criminales. Cada vez son más los comunicadores y políticos que recurren a la banalización de la Shoá en sus expresiones. Desde la DAIA advertimos que esto es muy peligroso (…) Queremos que la lucha histórica se instale en la memoria. Usar la palabra nazi como palabra corriente es quitarle peso a lo que sucedió. Las palabras no son inocentes”.
Bajo la consigna, “Ellos siguen vivos, porque nosotros recordamos”, la dirección y la producción artística estuvieron a cargo de Flor Yadid y Maxi Bartfeld, que contaron microhistorias relacionadas con la Shoá a través de diferentes expresiones artísticas: la danza, el teatro y la música. Las microhistorias fueron: los Justos entre las Naciones; el Levantamiento del Gueto de Varsovia y las vivencias en el l gueto. En lo que respecta a lo musical, dos de los momentos emotivos, fue cuando las cantantes Tali Lubieniecki y Melody Szlufman cantaron la canción “Ami Israel Jai (el pueblo de Israel vive) y el Himno de los Partisanos. Por su parte, Lionel Mizrahi, el cantor litúrgico, realizó K´El Male Rajamim, algo tradicional, de este acto.
Uno de los momentos más emotivos fue el tradicional encendido de las seis velas en recordación de los seis millones de judíos asesinados en el Holocausto, que, por primera vez, los sobrevivientes encendieron las velas junto a sus hijos, nietos y bisnietos. En esta oportunidad, los sobrevivientes elegidos fueron Lea Zajac de Novera, Eva Rosenthal, Sara Rus, Tomi Kertesz, Moíses Borowicz y Pedro Lievendag.
En esta oportunidad, el testimonio del sobreviviente estuvo a cargo de Héléne Gutkowski, quien nació en París en 1940, cinco meses después de declarada la Segunda Guerra Mundial. Dos años más tarde, sus padres la entregaron a una familia católica y huyeron con su hermano mayor hacía el territorio que era llamado “Zona Libre”. Todos sobrevivieron, pero ella afirmó “que no tiene recuerdos de aquellos años”. Hélene hoy tiene 3 hijos y 6 nietos. En el año 2020, 70 años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, quiso reconectarse con la familia que la había adoptado. A través de una investigadora del Museo del Holocausto en Francia descubrió el paradero del hijo menor y, en noviembre de ese mismo año, tuvo la oportunidad de reconectarse y conocerlo. Para finalizar su historia señaló: “A todos ellos: a los gendarmes que no obedecieron ciegamente, a quienes dieron un techo, brindaron una advertencia de peligro, un trozo de pan o un escondite, a quienes sabían y no delataron, a quienes no fueron indiferentes, a todos ellos, gracias. Ellos son la Francia no colaboracionista, la de liberté, égalite y fraternite (…) Seres humanos que demostraron que siempre es posible hacer algo por el prójimo; su excepcionalidad, su arrojo y coraje son los que permiten estar frente a ustedes y decir, hoy más que nunca: Estamos acá”.
Guillermo Olivieri, secretario de Culto, expresó el “honor y compromiso” que sentía de estar presente en el acto y aseguró: “Mantener la memoria del mayor horror del siglo XX, que fue el intento de desaparición de un pueblo, implica que nosotros como argentinos todos los años debamos transmitírselo a nuestros hijos y nietos, con responsabilidad”.
La juventud, por medio de los movimientos juveniles (Juventud Macabea, Noam y Consejo Juvenil Sionista), también estuvo presente en el tercer piso de la sala sinfónica con un mensaje esperanzador de presente, futuro y legado transmitido por Naty Ravel.
Ficha artística y técnica:
Himno Nacional Argentino: Ivanna Rossi.
Memoria y presencia: Fernando Vera.
Hatikva: Cloe Freiberg, Santiago Klajnberg, Diego Lichtensztein; Lara Manes y Sheila Saslavsky.
Memoria y legado.
Las mariposas en el gueto: grupo de teatro del Centro Comunitario Kadima.
K´El Male Rajamim: cantor litúrgico Lionel Mizrahi.
El levantamiento, memoria y resistencia: Renzo Morelli.
Hoy canto yo: Tali Lubieniecki y Melody Szlufman.
Himno de los Partisanos: Carolina Liberchuk, Alberto Mirchuk, Lavaro Navarro, Diego Rochinas, Dina Sapollnik y Fernando Sragowicz (Coro Cissab, Coro Lamroth Hakol; Coro Mi Refugio; Rockoral bajo la dirección de Paula Verónica Hanesman; Coral Nashir del Centro Hebreo Iona bajo la dirección de Zeev Malbergier).
Dirección y producción artística: Flor Yadid- Maxi Bartfeld.
Dirección musical: Damián Mahler.
Músicos:
Violines: Valeria Velazquez- Petalo Selser.
Chelo: Valeria Tartara.
Contrabajo: Maite Unzurrunzaga.
Guitarra: Santiago Greco.
Realización audiovisual: Leandro Comisarenco.
Animación y edición en apertura: Zafiro Noguera.
Producción: Andrea Waizer.
Asistentes en producción: Laura Bartfeld-Daniela Schwarstein.
Locutor: Andrés Michkin.
Locución audiovisual: Flor Yadid.
Vestuario: La Polilla Producciones.
Diseño e iluminación: Claudio del Bianco.