
Por Luciana Liberman
Hoy, como todos los 16 de marzo, se realizó el Acto de la Juventud con motivo del trigésimo aniversario de la Atentado a la Embajada de Israel, en Arroyo y Suipacha, lugar que se encontraba emplazada la sede diplomática israelí, aquel 17 de marzo de 1992, que una bomba asesinó a 29 personas y provocó más de 200 heridos. Tras dos años de pandemia y con un gran número de jóvenes, sobrevivientes, familiares de las víctimas, tanto argentinos como israelíes, que vinieron especialmente para este trigésimo aniversario, se realizó un acto con un formato híbrido: presencial y virtual por medio del canal de You Tube de AMIA.
La agregada de diplomacia pública y vocera de la Embajada de Israel, Amital Perry fue la encargada de hablar ante los jóvenes que se encontraban presentes: “30 años es una generación. Me imagino que la gran mayoría de ustedes no había nacido en el ataque, yo misma tenía 9 años cuando sucedió” y recuerda que en ese momento no podía entender por qué ocurrió algo semejante y que le preguntaba a sus padres. Por su parte, Dan Rosenberg en representación de los Movimientos Juveniles remarcó: “Algo tan simple, como es para nosotros, tomarnos un colectivo y encontrarnos en Arroyo y Suipacha, hace 30 años, fue motivo de ruptura de 29 familias. Lo tenemos internalizado, pero no es normal (…) No es normal que inconscientemente, cada año, nos preparemos para un acto que no debería estar pasando. No es normal que después 30 años no haya Justicia”.
También se proyecto un interesante video con las palabras de Jorge Cohen y Lean Kovensky en donde hablaron de ese día y cómo viven en la actualidad con la tragedia que les tocó atravesar.

Para finalizar el acto, Ruti y Maia, dos de los cinco hijos de Eliora y el embajador Daniel Carmon, hablaron 30 años después de lo sucedido, que les tocó muy de cerca, ya que su madre, Eliora, trabajaba en la embajada: “Aquí mismo sufrimos una pérdida tan grande. Dejamos acá en Buenos Aires un pedazo de vida, de infancia y familia. Tristeza y dolor que son difíciles de olvidar (…) El 17 de marzo de 1992 era un día de clases normal, era el fin del día en el Colegio Tarbut, cuando nos sacaron de clase y juntaron a todos los chicos que tenían padres en la embajada. No sabíamos ni nos imaginábamos nada. Al poco tiempo nos habían contado que algo había sucedido en la embajada (…) Tuvimos que reconstruirnos y reconstruir nuestra familia. Para nosotros no había otra opción, siguiendo el ejemplo de nuestro padre, que seguir adelante”.
Bruce Willison, rescatador de la sobreviviente Lea Kovensky: “Pido que los jóvenes sean embajadores de la memoria”

En un momento del acto, Lea Kovensky y Bruce Willison se fundieron en un profundo abrazo con llanto, incluido, tras encender una vela en memoria de las víctimas. 30 años atrás, Lea era secretaria del agregado militar de la Embajada de Israel tras la explosión fue rescatada por Bruce, norteamericano que se encontraba en la Argentina por una “beca que había ganado para perfeccionar su español” y se encontraba en un bar “a dos cuadras del atentado”, aquel 17 de marzo de 1992. La foto del rescate de Bruce quedo retratada por un fotógrafo que se encontraba allí y posteriormente recorrió el mundo.

Willison ya había participado en el acto por el 25 aniversario del Atentado a la Embajada y, en esta oportunidad, decidió venir con su esposa y sus dos hijos, para que la conozcan a Lea. En diálogo exclusivo con Revista La Luz, Willison declaró, que al momento del atentado a la Embajada de Israel tenía 23 años: “Recuerdo que el vidrio se movió mucho y luego se sintió la bomba”. Inmediatamente salió corriendo por la calle Arroyo y se encontró con una “camioneta incendiada y la embajada era escombros” y rememora que “la primera persona que vio fue a Lea: sin zapatos, llena de polvo y sangre”.
Ante los grabadores de La Luz recuerda que a Lea la conoció para el 10 aniversario del atentado y luego se fueron encontrando en otras oportunidades. Ante la consulta de por qué decidió traer a su familia para el trigésimo aniversario aseguró: “Yo quería que mi familia pueda conocer a mi otra familia, la comunidad judía de Buenos Aires. Yo he tenido una foto de ella en mi oficina, entonces ellos (por su familia) saben quién es, pero no la conocen”. Para finalizar la entrevista Bruce recalcó: “Pido que los jóvenes sean embajadores de la memoria y que continúen hablando de lo que pasó y, hacer todo lo que puedan, para que no suceda de nuevo”.