
Reproducimos un artículo de opinión escrito por la titular del Departamento de Hebreo y Cultura de la Organización Sionista Mundial (WZO), Ifat Ovadia-Luski, en la edición en hebreo del diario israelí, Israel Hayom.
Por iniciativa de la Organización Sionista Mundial, el gobierno israelí adoptó en
2012 la decisión de promover el estatus de la lengua hebrea en Israel y en el mundo
entero (Resolución n⁰ 5234). Desde entonces ha pasado casi una década, pero,
lamentablemente, somos testigos de un deterioro cada vez mayor en la situación del
hebreo en Israel y en todo el mundo.
Es indiscutible que el hebreo es el idioma del pueblo judío y que tiene la capacidad
de conectar al mundo entero; más aún, el hebreo posiciona a Israel como el centro del
mundo. Asimismo, existe un amplio consenso con respecto a la declaración de que el
hebreo es un patrimonio nacional, que genera identificación y fortalece la identidad
judía e israelí. No obstante, junto al reconocimiento de la inconmensurable importancia
del hebreo, somos conscientes del preocupante proceso de deterioro de su estatus en la
Diáspora: para muchos judíos de la diáspora, el hebreo se está convirtiendo en una
lengua extranjera.
En muchos países ya no se estudia como segundo idioma, sino como una lengua
extranjera más, de menor importancia que los idiomas más “útiles” como el inglés y el
español. La mayor parte de las escuelas judías del mundo asignan pocas horas al estudio
del hebreo, e incluso las materias judías se enseñan en el idioma local. Los niños y
adolescentes del mundo entero aprenden sobre las festividades judías y los relatos de la
Torá y la Biblia en su lengua materna, y no en el idioma de su pueblo.
Hasta hace unas tres décadas, existían bastantes marcos educativos judíos en la
diáspora que enseñaban la mayor parte de las materias en hebreo; pero precisamente en
el avanzado siglo XXI se ha producido un retroceso significativo: hoy en día, es raro
encontrar escuelas que enseñen “hebreo en hebreo”. Este milagro todavía tiene lugar en
la escuela Torá veJinuj en la isla de Djerba, a pesar de las precarias condiciones de
estudio. Sin embargo, esta antigua escuela es, desafortunadamente, una institución
educativa excepcional. En la mayor parte de los entornos judíos de la diáspora, el
hebreo se enseña como una lengua extranjera, con un estatus marginal, y muchos
jóvenes no están en condiciones de mantener una conversación en hebreo incluso
después de 12 años de escolarización en un colegio judío. A consecuencia de ello, las
escuelas de la diáspora enfrentan una creciente escasez de personalidades locales
capaces de enseñar hebreo en sus respectivos países. A esta triste realidad se debe la
ausencia de la próxima generación de maestros de hebreo, y debemos movilizarnos para
frenar este proceso.
¿Qué sucede aquí, en Israel, donde el hebreo es nuestra lengua materna? Así como
en diversos países, en Israel se alienta el estudio de otros idiomas para ayudar a los
estudiantes a “tener más éxito en la vida”. Aquí se fomentan los estudios de ciencias y
matemáticas y se descuidan los estudios de idiomas y las asignaturas más verbales,
asumiendo que los estudiantes se beneficiarán más, literalmente, de los estudios de
ciencias. En este aspecto cobra relevancia la función de los ministerios asociados con
la resolución gubernamental n⁰ 5234: el gobierno israelí debe actuar para fortalecer la
importancia del idioma hebreo y mejorar su imagen aquí, en casa, entendiendo que el
estímulo del pensamiento verbal y la capacidad verbal puede exponer a los estudiantes
a mundos más amplios, y que el desarrollo de las habilidades intelectuales, sociales y
creativas es tan importante como los exámenes de matriculación en matemáticas.
La decisión de dedicar una fecha fija para conmemorar el Día de la Lengua Hebrea
es adecuada, pero debemos promover el idioma hebreo todos los días y en todo
momento, y restituir el lugar que le corresponde en Israel y en la diáspora. Debemos
recordar que, desde siempre, el hebreo ha estado asociado con la historia del Sionismo,
pero hoy más que nunca cabe al Movimiento Sionista la responsabilidad de convertirlo
en el idioma principal en la educación de nuestros niños en Israel y en todo el mundo.
Tal como afirmara Eliezer Ben Yehuda: “Si queremos que nuestros niños sean hebreos,
debemos educarlos en hebreo y convertir este idioma en la lengua principal en la
educación de nuestros hijos.”
La autora es la titular del Departamento de Hebreo y Cultura de la Organización
Sionista Mundial.
Fuente: https://www.israelhayom.co.il/opinions/article/6434541