Ante el crecimiento que está teniendo el Círculo Social Hebreo Argentino (CSHA) conversamos con su presidente Gustavo Sakkal un dirigente con un importante trayectoria, presidente hace 11 años de esta socio-deportiva, vocal en la AMIA y durante un periodo de tiempo presidió el Museo del Holocausto de Buenos Aires. Círculo Social Hebreo Argentino construyó su sede social en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Flores, en la calle Avellaneda 3549 donde se realizan actividades de lunes a viernes y, también posee un Club de Campo en Canning en el Partido de Esteban Echeverría.

Sakkal nos dijo que en diciembre del 2010 “aceptó el desafío” que le propuso un amigo de ser el presidente del (CSHA) pese a que “era un momento difícil de la institución y estaba todo por hacer. “Cuando asumimos en 2010 decidimos que había que desarrollar unas tierras que teníamos: pasamos de tener 11 hectáreas a tener 40 y lo mismo sucedió con los socios activos: de 900 a 2.600 en la actualidad”.

Gustavo Sakkal de 43 años de edad junto con sus hermanos transitó su infancia y adolescencia en la comunidad Bnei Tikva, primero como janij y luego como madrij. Y en la actualidad, su hermana vive en Estados Unidos y su hermano, Isaac Sakkal, reside en Jerusalem. El presidente del CSHA remarcó: “Entre los socios se respetan todas las corrientes del judaísmo: “Tenes mucha gente yendo a hacer tefilá en diferentes espacios del club y, en paralelo, hay grupos de personas haciendo actividades deportivas o que se reúne en sus casas. Hay una armonía de convivencia en todos los órdenes”.

Actualmente nos dijo que ese camino de igualdad y respeto planteado les es útil para realizar alianzas con instituciones educativas de la Red Escolar Judía que benefician, no solo alumnos de esos colegios, sino también a sus familias que “encuentran en Círculo un espacio de integración y comodidad”.

Históricamente las instituciones sefaradíes del barrio de Flores estuvieron muy vinculadas y ese espacio ayudó mucho al Círculo en sus inicios: “CSHA es institución que colabora de una manera importante con el Hogar Ben Sion, de la calle Condarco, con quien somos complementarios; el club desarrolla la vida judía de la persona y el círculo de la vida con el Hogar”.

Otra de las características del CSHA es la identificación con Eret Israel y con el sionismo: “Círculo es un espacio de identidad y continuidad con un perfil muy sionista. De hecho en todo el club las calles tienen nombres relacionados con Israel, referentes sionistas, etc.”.

El jueves 1 de julio CSHA firmó la compra de 20 hectáreas más de terreno en frente al Club de Campo donde se realizarán diversos proyectos, entre los cuáles, se encuentra la primera sede sustentable del Keren Kayemet Le Israel en Argentina la que contará con una huerta y granja orgánica kosher que abastecerá a las familias del club al respecto Sakkal afirmó: “Vamos a plantar las siete especies de Israel con todo un sistema de riego por goteo con la empresa israelí, Netafim, para que puedan traer excursiones de alumnos a pasar el día. Que puedan ver una plantación, trabajar la tierra y para que tengan una experiencia de cómo surgió el Estado de Israel”.

De acuerdo a lo que averiguamos, el foco de este proyecto está puesto en que sea dinámico, interactivo y que le brinde contenido a los chicos. Uno de los objetivos de este proyecto, en alianza con el KKL, es “combatir el flagelo de la asimilación (…) La idea es cambiar la perspectiva de ver al asimilado y empezar a ver qué es lo que no hacemos nosotros para que ese hermano se esté perdiendo y generar una oferta atractiva, para eso trabajando varias instituciones”

En un pasaje de la entrevista, el ex presidente del Museo del Holocausto, señaló que la pandemia por el Covid-19 aceleró ciertos “procesos naturales” que se iban a dar tarde o temprano: como el hecho de que familias hayan priorizado por una situación sanitaria y quizás también socioeconómica a lo cual Sakkal sostiene: “Creo que de alguna manera esto se está adecuando a la realidad mundial y lo que está sucediendo es la gente que tiene dos casas elije la que es más grande con un jardín en un club o en un barrio privado”.

Por último, Sakkal manifestó que ha formado equipos de trabajo en las diversas instituciones en las que participó e hizo una crítica ante la falta de formación de nuevos dirigentes y a la situación que se encuentra la comunidad en la actualidad: “No hay que caer en la frase de: `los jóvenes no tienen compromiso ́. Los jóvenes tienen compromiso, pero quizás nosotros no supimos unirlos a los valores que nosotros queremos. Es una crítica que hago para todos” y agregó: “Veo con un poco de preocupación, que no es casualidad, sino que es el fruto de varios años que no se trabajó en la formación de nuevos dirigentes y hoy se ven las consecuencias de esa situación”.

Evidentemente, Gustavo Sakkal y los dirigentes que lo acompañan en la conducción del círculo están comprometidos no solo a engrandecer el club brindando un mejor servicio a sus socios, sino tratando de formas a varios de ellos, para que además de ser la continuidad en CSHA también pasen a integrarse a la dirigencia comunitaria en su totalidad; una tarea muy loable que es digna de destacar.

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