
Anualmente cientos de miles de jóvenes viajan como mochileros a conocer diversos lugares del mundo, entre los cuales hay muchos israelíes que recientemente o un par de años antes culminaron su servicio militar.
Esos jóvenes israelíes, muchachas y muchachos, durante sus viajes se relacionan con mochileros de otras nacionalidades, y en ciertos casos con miembros de las comunidades judías de los lugares que visitan.
Pero también pueden enfrentarse con situaciones desagradables, que algunos mochileros, o en los lugares de alojamiento, no los traten bien, o directamente los rechacen por la imagen que tienen del Estado de Israel, es decir por ser israelíes.
Hace años veteranos de unidades de elite de Tzhal (el ejército israelí), liderados por Eyal Brian, quien actualmente es su director general, crearon una organización apolítica sin fines de lucro que trabaja para mejorar la posición de Israel en el mundo: Israel.Is.org
Esta organización desarrolla un programa que entrena a esos jóvenes, a través de una colaboración única con Tzhal, para que al viajar como mochileros modifiquen la imagen de Israel.
Esa tarea, ser una especie de representante voluntario del Estado de Israel lo realizan siguiendo un plan de actividades especialmente elaboradas por quien dirige las actividades en el exterior, Omri Niño, que incluyen tanto actividades sociales como labores en instituciones locales que requieren una ayuda externa para cumplir con algunos de sus objetivos, por ejemplo reparar techos, pintar paredes o preparar comidas, como lo han hecho recientemente en Buenos Aires en una institución para niños con problemas y en un ámbito destinado a personas, en este caso familias, en situación de vulnerabilidad socioeconómica, el Centro de Inclusión Social Costanera, dos grupos de jóvenes mochileros israelíes, miembros voluntarios de Israel.Is de 22 a 25 años.
Estuvimos con los miembros del segundo grupo, Hostel donde pernoctaron, conversando con ellos y participando en el inicio de una de sus actividades sociales, el Café Turki.
Ian, una de las responsables del grupo, nos explicó que a los voluntarios israelíes se suman dos voluntarios locales miembros de una institución comunitaria judía. Fácilmente identificables por usar una camisa azul con la leyenda “UDoNoMe” que traducen como “romper el estereotipo” charlaban permanentemente con otros mochileros, en inglés.
Ian nos comentó que las dos actividades que en las llevaron a cabo fuera del Hostel se sintieron muy gratificados por la manera en que fueron recibidos y les agradecieron las tareas que desarrollaron, a la vez que pudieron explicarles que estaban recorriendo el mundo, y que dedicaban algunos días a realizar tareas sociales a instituciones que lo necesitaban.
Share estaba muy contenta pues al participar del programa tuvo la posibilidad de conocer un par de lugares a los cuales los mochileros normalmente no acceden. Le preguntamos cuales eran los temas que conversaba con otros mochileros, y nos respondió que la mayoría quieren saber de su experiencia en el ejército.
Cocinar para los mochileros ShokShuka fue una de las actividades que organizaron en el hostel, y que tuvo una muy buena respuesta pues la tertulia generada se prolongó hasta las dos de la madrugada. Una situación similar se produjo cuando en diversas mesas prepararon “Café Turki”, utilizando el tradicional café israelí de embase rojo y negro.
Alrededor de cada calentador con su ollita, donde preparaban el café al estilo turco, se fueron agrupando jóvenes, mochileros, de distintos países que conversaban sobre sus experiencias.
A Rotem, otro de los responsables del grupo, le preguntamos que lo llevó a ser voluntario en este programa y nos respondió que él era jaklaí (agricultor) y que cuando terminó el ejército al igual que otros miles de israelíes decidió viajar, y eligió como destino el cono sur de Sudamérica. Que al llegar, como un mochilero más decidió ir a conocer los lugares turísticos de la Patagonia argentina; y que como no sabía castellano, cuando llegaba a los hostel’s lo que hacía era acercarse a la oficina y mostrar su Darcom (pasaporte) y le ocurrió, en más de una oportunidad, y también en otros lugares de Sudamérica a los que fue, que le decían que no lo aceptaban por ser israelí. Eso lo enojaba, pero luego se puso a pensar que algo había que hacer para cambiar la imagen de su país, y cuando regresó se averiguó que existía una organización que se dedicaba a hacerlo y se integró al trabajo voluntario que realizan, y que en esta oportunidad no solo integra uno de los grupos de Israel.Is, sino que además es uno de sus coordinadores.
A una mochilera alemana, que vive y trabaja en Gran Bretaña, y estaba tomando un “Café Turki” le preguntamos que le parecía, y nos contestó que muy agradable; que la noche anterior había comido el shakshuka y la pasó muy bien, pues los israelíes eran muy animados.
Luego de tomar un rico café turco, y cuando íbamos a despedirnos escuchamos como unos mochileros les ofrecían a los israelíes un mate, eran mochileros uruguayos, uno de los cuales nos dijo que nunca hasta ese momento había conocido a un israelí y le interesaba hacerle ciertas preguntas.
Estos mochileros israelíes, veteranos del ejército, se voluntarizan y participan del Proyecto “Embajada Internacional en el campo”, organizado por Israel.Is.org, mostrando, durante sus paseos en el exterior, la verdadera cara de Israel mientras se conectan tanto con miembros de la comunidad mochilera mundial como con integrantes de la comunidad judía y de la sociedad general de los lugares que visitan.