
Iluminados lectores, a las 9:53 hs. del 18 de julio de 1994 escuché la explosión y el derrumbe del edificio de la AMIA; hoy 25 años después estuve en Pasteur al 600 participando del acto conmemorativo del atentado terrorista en el que fallecieron 85 personas, más de 300 sufrieron heridas e innumerables edificios vecinos sufrieron destrozos.
Este Jubilado del Abasto, se centrará en las palabras pronunciadas por Sofía Guterman, madre de Andrea una de las víctimas fatales, reproduciendo algunas frases que pronunció en el acto conmemorativo central que se llevó a cabo en la calle Pasteur. Lo hace reconociendo que tanto las palabras de Ariel Eichbaum, el presidente en ejercicio de la AMIA, como las del Dr. Florentino Sanguinetti, quien fuera el directo de Hospital de Clínicas ese nefasto día, merecen ser analizadas, tarea que dejo a otro colaborador de nuestra publicación.
Sofía luego de referirse a lo ocurrido expresó “25 años de dolor, de rabia, de impotencia. Una lucha por Memoria y Justicia que ya lleva un cuarto de siglo. Otro aniversario sin resultados mientras la impunidad, en pareja con el encubrimiento desde el primer momento, celebra alborozada sus Bodas de Plata”, para más adelante decir “Hace 25 años, iniciamos una lucha desesperada para lograr Justicia, sin saber que estaba condenada al fracaso ”, y explicar que “Resistimos y seguimos luchando para que la impunidad no nos gane, para que no sea infinita. Lo hicimos y lo hacemos sin habernos acercado nunca al poder de turno para que nos acaricie la espalda. Dijimos y seguiremos diciendo que abrazarse al poderoso no te transforma al poderoso. Te transforma en esclavo”.
Estas frases nos indican cual es la manera en que Sofía y otros familiares de las víctimas del atentado del 18 de julio de 1994 se ubican frente a la falta de resultados concretos a los reclamos de verdad y justicia, lo que queda claramente reflejado en el siguiente párrafo “A las víctimas del atentado a la AMIA-DAIA los siguieron matando cada día de estos 25 años y los seguirán matando cada día de los años por venir, mientras no sepamos la verdad. Los sigue matando la inoperancia y las falsas promesas. Los mata la injusticia y una Justicia ausente, indiferente que sólo busca proteger su propia espalda”.
Previo a referirse críticamente al memorándum que el gobierno argentino firmó con Irán, y que la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional afirmó “Parece mentira que vivimos en la intersección de dos mundos: uno el mundo donde se busca la Verdad y la Justicia, y otro donde las conveniencias se imponen, deforman esa verdad y compran el silencio. Conveniencias, como los negocios espurios con Venezuela como parte de una triangulación con Irán. Entregaron nuestra soberanía ética y judicial a cambio de algo y cuyo único objetivo fue lograr la impunidad de los asesinos”.
Respecto a la explicación que la ex presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner menciona en su libro ‘Sinceramente’ respecto a la firma del Memorándum, de que fue una ingenuidad, Sofía afirmó “No es creíble que pactar con Irán haya sido una ingenuidad (…) La firma del Memorándum con Irán no se puede pensar como una decisión ingenua del gobierno argentino. Algún motivo espureo tuvo que haber tenido”, y también afirmó que al fiscal Alberto Nisman z’l “Lo asesinaron y por si fuera poco, mancharon su nombre con investigaciones chapuceras, con mentiras tratando de desviar la investigación sobre su muerte. No pudieron”.
Sobre la lucha de los familiares dijo “Estamos cansados y frustrados pero no nos rendiremos, nos van matando la esperanza pero no la descartamos. Recibiremos cachetazos morales pero seguiremos siendo tenaces. Muchas veces nos quisieron silenciar pero no pudieron, nuestro clamor por justicia ya tiene ecos y seguirá resonando en los oídos de quienes se hacen los sordos”.
A continuación ponderó la decisión gubernamental de considerar a Hezbollah como grupo terrorista y la labor que se realiza para evitar que desde acá se le remita dinero; se refirió al debate sobre el juicio en ausencia, los problemas que existen en la investigación donde el fiscal a cargo de la UFI AMIA, Sebastián Basso, reconoció que todavía no se había podido analizar el 50% de los archivos de la ex SIDE, que se encuentran guardados en un lugar insalubre, preguntándole al fiscal y demás responsables si en dos años no podría haberse trasladado esa documentación a un lugar aceptable y pedirles que “finalicen su trabajo y permitan a la justicia conocer todo el contenido de dicha documentación”
Para finalizar diciendo “Por las 85 víctimas inocentes, luchamos 25 años y lo seguiremos haciendo. Por ellos y para ellos, no permitiremos el olvido y la indiferencia. Por ellos y para ellos, seguiremos clamando por Justicia y por Memoria. Que la Justicia pueda ser, algún día, una maravillosa realidad y que la Memoria no muera nunca. Que así sea. Amén”.
Este Jubilado considera que las palabras de Sofía Gutermam fueron muy claras, marcando la decisión de seguir luchando por la verdad y la justicia pese a todas las trabas que les han puesto a lo largo de los últimos 25 años.
Los familiares y amigos de las víctimas que integran Memoria Activa y 18J también reclaman verdad y justicia con visiones distintas pero como es imposible que alguien pueda medir el dolor de un deudo, este Jubilado no emitirá ningún tipo de comentario sobre las posturas personales de cada familiar o amigo.
También es sabido que la mayoría de los familiares y amigos de las víctimas no participa de las acciones que se encaran para reafirmar el reclamo de verdad y justicia, y eso debería preocupar, porque el vacío que las víctimas dejaron no pueden soslayarlo pero a la vez algo los hizo alejar de quienes activamente están reclamando.
Por último, para este frustrado jugador de ajedrez, que fue amigo de algunas de las víctimas fatales que desde casi el mismo momento del atentado se sintió comprometido con la tarea de exigir justicia y castigo tanto para los autores intelectuales, los ejecutores materiales, quienes fueron la conexión local y a los encubridores, Sofía Guterman aportó un mensaje que puede ser una base para que los familiares, sino todos un alto porcentaje, vuelvan a sentarse en una mesa, cada uno manteniendo su individualidad pero unidos en su reclamo de Verdad y Justicia.